8.7.13

CAPÍTULO 75

Los pájaros silbaban al paso de la Sra. Sapicornia que sin duda, se notaba que había nacido en los meses de verano. Los días de penas habían quedado atrás y nuevas historias, ya divisaban en el horizonte.
Todas las reflexiones que la Sra. Sapicornia  había estado haciendo durante tanto tiempo, obtenían sentencias. Una noche volviendo a casa, mientras se entretenía descifrando las huellas que iba encontrando en el sendero, se detuvo en seco al dar con una que se manifestaba exacta a la suya..
No puede ser... se dijo volviendo a poner sobre aquella huella su blanca pezuña... Es la misma... volvió a decir comprobando que encajaban por igual. ¿Podría ser la huella de un Unicornio? dijo asombrada.
Durante largo rato, permaneció repitiendo aquel gesto una y otra vez ratificando su hipótesis, hasta que un conejo gris llamó su atención.
Disculpe Sra Unicornia... llevo rato observando sus extraños actos y me tienen algo confuso... ¿está usted bien? dijo el conejo gris moviendo su nariz de arriba abajo.
Oh si muchas gracias Sr. Conejo… sonrió la Sra. Sapicornia mientras acompañaba la respuesta con una sonrisa forzada por la vergüenza de ser descubierta…
Ah… entonces ¿es que perdió algo?.. ¿Quizás algún adorno?  volvió a preguntar aquel cotilla Sr. Conejo.
Pues no, dijo la Sra. Sapicornia levantando su vista del suelo y mirando a la cara al pequeño animal fisgón.
La verdad es que estoy comprobando... que es una huella de Unicornio... explicó poniendo credibilidad a sus palabras con gesto filosofal...supongo que usted... puede encontrar absurdo ir comprobando huellas de otros conejos... pues todos sabemos que anda el monte lleno... pero me temo pequeño Sr., que no gozamos de la misma suerte las Unicornias… dijo mientras acariciaba la pequeña cabeza de aquel espontaneo animal.
El conejo gris levantó sus orejas pegando un salto para trepar a una piedra que lo elevara un poco más en estatura. Realmente es usted una bonita Unicornia.... no sé porque dice usted eso, no le costaría nada encontrar acompañante… dijo el conejo gris intentando ser halagador.
Muchas gracias… sonrió la Sra. Sapicornia a su inesperado y abierto participante. Pero no parece usted del valle... por aquí escasean los Unicornios… ¿acaso vio usted uno? interrogó la Sra. Sapicornia en una de  esas preguntas en las que en verdad, no se espera la respuesta ansiada.
El peludo conejo gris con apariencia de peluche comenzó a reír pegando saltos como si tuviera un muelle..

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