26.12.12

Capítulo 30

El viento soplaba cruel y aunque el Sr. León Rigodón era de climas calientes, hacía ver que podía resistir el frío glacial... De todos era sabido en el lugar, de todos los que realmente le conocían en profundidad, que aunque le ofrecieras una bonita manta de abrigo, no la aceptaría por orgullo.
Sacudía su bigote cubierto por escarcha, mientras ocultaba la humedad caladondo en su peludo cuerpo. La mayoría de los animales ni suponían que con tanto pelaje pudiera sentir frío y eso en parte culpa la tenía él, pues andaba siempre alardeando y fantaseando tener semejanza a un dios.
Una de las afinidades que unían este gran animal con la pequeña Sra. Sapo eran el juego, pues a pesar de aparentar ser un León gruñón, la Sra. Sapo sabía que tenía poco de feroz.
El Sr. León Rigodón era de amaneceres difíciles. Cuando madrugaba alborotado y protestón, la Sra. Sapo esquivaba sus palabras como dardos y se volvía por donde había venido, pero si por el contrario apuntaba simpatía, daban ganas de ponerle un lazo azul, pintarle las uñas y cardarle el pelo para ponerlo bonito.
Una de las cosas que compensaban la balanza de amistad de estos dos seres, era la paciencia. La Sra. Sapo siempre reconoció el gran temple que tuvo el Sr. León en momentos difíciles y por esas cosas y por muchas mas, seguirá aguantando los gruñidos de su despiadado amigo que cada vez, ruge menos :)

23.12.12

Capítulo 29

Cansada llegaba a su casa la Sra. Sapo.. pero pletórica...
Con la poca energía que aun quedaba en su diminuto cuerpo, cogió su pluma de bambú fino y anotó unas lineas en su diario secreto.
Domingo 23 de Diciembre del 2012...
Querido diario,
Hoy escribo contenta... con anhelo de plasmar aquí la sensación de satisfacción que me ha causado el ser acompañada por una extraña niebla mística.
Sí, puede resultar algo fantasioso de creer y mucho más, si el que lo hace es de corta mira, pero sin duda debo afirmar que era una señal del cosmos!!
Venía de camino a casa con mi amigo el Sr. Pantera Negra cuando de repente, un manto de niebla ha traído la noche y nos ha obligado a detenernos, a penas podíamos ver a escasos pasos. Aparqué mi bicicleta de haz de yute, casi a tientas a la orilla del río y le dije al Sr Pantera que no se alejara mucho... Era fascinante la decoración ambiental del momento. Alzando la vista divisé un cielo rojo y al instante, el mecanismo de mi cabeza se puso en modo juego, viniendo a mi memoria en imágenes, las frases que rimaban con el escenario.
Mi abuela siempre decía, que si el cielo se ponía rojo, era porque llegaban vampiros..decia en alto la Sra Sapo a su amigo, que resoplaba diciendo... ya me lo has contado amiga Sapo.. unas quinientas veces.. y soltaba una carcajada a la vez que bromeaba con transformarse en una pantera zombie...
Como fuese, he percibido ese halo mágico y como si nevase en verano o como cuando aúlla un lobo cerca... he disfrutado el momento.. Pequeños encuentros así amplían mi mente, noto como mi pena muda a conformismo, atando la historia con un lazo rosa de regalo.
Hasta mañana.....
Con un gran suspiro propio del trabajo bien hecho,  volvió a esconder su diario debajo de la piedra que lo custodiaba.

22.12.12

Capítulo 28

Llegaban las navidades al estanque que permanecía helado desde hacía un mes.
La Sra. Sapo, abrigada por un bonito traje de plumas de ave, que los mismos pájaros confeccionaron para ella un día, con gran amor y amistad y con el gran propósito, de que no pasase frío los días mas bajos del año.
La Sra Sapo era querida en su circulo y todos colaboraron contentos en hacer aquel bello abrigo que evitase, el letargo que producía en ella, la cruel brisa del invierno. Les animaba la presencia de la Sra Sapo y más en estas fechas.
Había estado días mareando a sus amigos con la llegada del fin del mundo, como así predecía una antigua leyenda proveniente de montañas muy muy lejanas... Durante varios días, estuvo creando en su cabeza pequeñas historias de como podría ser, en el caso de que así fuera, el último día en la tierra.
Se puede comprobar por los escritos de la Sra. Sapo... de que no pasó absolutamente nada, aquel absurdo 21 de Diciembre del 2012..
Argg!! maldecía la anfibia al no ver en el cielo, ni una triste manifestación de la llegada del holocausto..
 El sol brillaba como no lo había hecho en semanas.. Ascendió varias colinas buscando como loca la nube negra extraña que lo cubriría todo, pero no vio nada.. Ni siquiera soplaba el viento con fuera.. ni siquiera estaba el mar recio.. La ausencia de señales acabó por desanimarla y propio de ella comenzó a hablar en voz alta..
Debo ser de las pocas patéticas del mundo.. que esperaba que pasase algo...
La Sra. Sapo, no quería ni tampoco esperaba, que el fin del mundo se tratase de una matanza a lo masacre, lloviendo meteoritos que alcanzaban escuelas, ni tampoco catástrofes donde morirían seres inocentes, tan sólo, para ella, para los que como ella creen, esperaban un cielo negro, una llamada del más allá que aquel día todos, comprendiesen, que la magia existía... oh cielos si aquel milagro de la naturaleza se hubiese dado, si el mar hubiese formado olas gigantes sin crear daños, que aunque sólo hubiese sido un fenómeno ambiental pacifico, sabríamos todos que nos estábamos portando mal. A diferencia de todo eso, los seres continúan con sus extrañas vidas absurdas sin nada de sobrenatural...
Ella antes tenía un corazón grande.. que se hace pequeño por la desidia...

14.11.12

Capítulo 27

Bonitas son las almas que aún quedan!! se alegraba la Sra. Sapo de su bonita relación encontrada en el más recóndito lugar,  y con un hilo conductor que aún llevaba maná.
Sí en las fantasías de la Sra. Sapo hubiese existido la posibilidad de crear su propia historia, seguramente hubiese sido, como fue la de verdad y eso la llenaba de satisfacción.
Siempre ansía por conocer genios, que recuperen en ella, la magia, que como polvo de hada se desprende de su aura invisible.
En un entorno hostil, poco generoso y mucho menos mágico, y sin olvidar claro, la visión de nuestra anfibia de una realidad paralela, donde todo podría llevarse en armonía y con amor..  echa un vistazo a la triste realidad, donde empieza a reinar el caos. La Sra. Sapo se pregunta donde está el héroe del cuento...
Maldita sensibilidad de la que fue dotada aquella Sra. Sapo, ve como su corazón se seca  mientras el mundo se viene abajo.
Los seres sufren de injusticias terrenales lideradas y gobernadas por locos ambiciosos que hunden principios de toda esperanza viva y que ahogan los gritos de los humillados en oídos sordos.
Espera un cambio próspero, desea tiempos gloriosos, sueña con una vida mejor.
Ojalá este reino sea bien capitaneado, que los que cojan el timón lo lleven con honor, haciendo que lleguen los días de flores. Que ondee la bandera blanca, que destierren a los aprovechados.
Me gustaría oír tu grito.. !!! dijo la Sra. Sapo tan alto a sus montañas que confío en recibir respuesta.

4.11.12

Capítulo 27

El mundo de la Sra. Sapo se desploma.. al igual que las piedras de la montaña cuando caen a una carretera... se deshacen en pequeños y minúsculos trozos de arena que se esparcen sin sentido, ni utilidad alguna..
Poca magia le quedaba por no decir ninguna. Todo su alrededor se desmoronaba llevándose a su vez, la ilusión que daba vida a la Sra. Sapo.
En estos momentos no sabía que camino coger y se sentía abandonada por su dios, ya casi le costaba oírlo.
Las continuas trabas que se iba encontrando en el camino la hacían cada vez, apartarse aún más.
Ponía los sentidos en guardia intentando encontrar la solución a todo lo que le rodeaba, pero no encontraba respuesta. Aun sabiendo que otros corrían menos suerte, eso ya no le consolaba.
Habiendo probado la distracción de varios modos, la idea de encontrarse a solas con la noche le producía malestar, pero una pequeña estrella aun le sonreía y al abrir un armario, una bengala que tenía guardada para ocasiones de emergencia, cayó al suelo dejándose ver y esperando ser recogida por la Sra. Sapo.
Aquel aparato pirotécnico les servía a las amigas de la Sra. Sapo y a ella misma evidentemente, para comunicarse en caso de brote psicótico, últimamente bastante común en el súper team de nuestra anfibia
Sin más salió fuera y lo disparó al cielo apreciándose su luz, en varias montañas cercanas. Estaba claro la finalidad de aquella bengala veloz, que propagaba su mensaje oculto de socorro por el gran cielo.
La Sra. Gata Montés y su entrañable amiga la Sra. Mariquita Rita, que paseaban juntas, rápidas vieron la señal y fugaces, se dirigieron a casa de la Sra. Sapo haciéndose cruces de sus tragedias.
Al encontrarse la noche cobró de nuevo su magia alejando la oscuridad y desconsuelo que esta causa sin darse cuenta, en almas cansadas.
Sin apenas percibir el paso de las horas, la Sra. Sapo ya con ganas de dormir y sin ira, se acercó a la cama de sus pequeños dragones para comprobar ,si descansaban cómodos y mansos en sus lechos.  Los vio tan apacibles y calentitos, que se hizo un hueco como el polluelo que se mete bajo el ala de su madre buscando el calor de su cuerpo. Cerró los ojos y relajando su pequeño cuerpo verde,  fue en busca del gran morfeo.

13.10.12

Capítulo 26

Habían caído muchas hojas desde que la Sra. Sapo sintió de nuevo las ganas de volver a escribir, pero por desgracia, la maldición había vuelto al bosque...
Quizás tengamos el destino escrito y lo que los dioses no permiten.. quizás no deba ser.. pues el no entendimiento de aquel anfibio y aquella cabra era mas que evidente y por mas que la Sra. Sapo lo quiso intentar, siempre acabó estrellada contra un muro y viceversa, porque esta historia siempre fue de dos.
Cuando dos titanes yacen en el mismo lecho puede ocurrir de todo y las dimensiones de las diferentes sensaciones siempre serán inmensas en todas sus formas.
Por mala fortuna, no llegaran a entenderse nunca, nadie dará su brazo a torcer, pero debo reconocer aquí que la Sra. Sapo nunca abdicó.
Conocedora de los pequeños mundos, sabe que ese corazón es un desastre...
Tararea una canción mientras recoge del suelo sus lágrimas convertidas en cristal..

21.7.12

Capítulo 25

Dicen que existe un lenguaje mundial exento de palabras, que la comunicación nace natural con una comprensión total aun hablando idiomas distintos. Que el perdón llega rápido cuando se ama...
Si el cosmos hablaba ¿que estaba queriendo decir? ¿era la Sra. Sapo quien no quería entender?.
En este mar de infinitas teorías inspiradas todas en una creencia para ella todo poderosa, existía la posibilidad del triunfo del bien sobre el mal.... De una lucha constante contra sus miedos e instintos todos ellos banales y bajos en su mayoría.
La vida mucha veces la compensaba con sorpresas que ella a veces ni imaginaba, pero entonces, mecánicamente sentía miedo por lo que podría quitarle..
La Sra. Sapo sabe que así se paga de alguna manera o se compensa la balanza, tan injusta que crearon para poder vivir en este mundo irrazonable rodeándonos de violencia y mediocridad.
De momento la Sra. Sapo seguirá dando gracias cada noche por su aceptable vida, mientras tanto, en su imaginación, esa en la que puede pensar lo que quiera, seguirá creando sus propias historias donde allí, no tiene que esconderse de nada.

25.6.12

Capítulo 24

Había sido un día largo para la Sra. Sapo aquella tarde de Junio, pensaba con los ojos empañados mientras acariciaba el lomo de su fiel amigo el Perro Drap.
Unas Lunas antes, había tenido lugar en la charca la conocida fiesta anual del solsticio de verano. Los animales, se reunían para celebrar el famoso acto alrededor de fogatas que ellos mismos  hacían y contaban leyendas de esa noche mágica. Visitantes de los sitios mas dispares, se acercaban al lugar alzando en sus manos bengalas luminosas que agitaban de un lado a otro formando halos de luz que resaltaban aún más en la oscuridad y que adornaban el ambiente con un bonito toque misterioso.
La Sra. Sapo, conocía al dedillo las historias y mitos que se contaban de aquella noche y en su fantasiosa mente, casi los había cumplido todos para que el amor perdurara eternamente, pero al final, no hizo nada de lo que tenía previsto y se dejó llevar apartando a un lado la superstición y confiando un poquito en el buen hacer de su cabra sabionda. Que bien se sentía cuando no pensaba en nada... cuando solo se dejaba llevar...
Volviendo de nuevo en sí a la vez que parpadeaba lentamente sus grandes ojos ahora enrojecidos por un poco su pena, volvió a abrazar a su gigante Perro Drap como pudo, mientras le pedía disculpas por estar en su vida. La Sra. Sapo sabía que su pobre amigo fiel, simplemente pagó las consecuencias de que la pobre maldita Sra. Sapo fuera feliz aquellas horas...
No podemos tenerlo todo en esta vida, pero si hacemos las cosas de corazón a veces, los castigos son menos duros... me gustaría a veces ser, un poquito más afortunada.. ¿sería eso injusto?... TE QUIERO GREGOR Y MAMI TE QUIERO TANTO QUE MORIA palabras escritas en manos de mi renacuajo aquí quedarán :)

22.6.12

Capítulo 23

Una hormiga trabajadora y de fino porte administraba con elegancia un bonito invernadero donde crecían aromáticas plantas que convertían en caseros remedios para el cutis.
Nuestra amiga la Sra. Sapo sabía bien, que su escamosa piel no era exactamente agradable a la vista y siempre que podía, sacaba un momento para visitar al Sr. Hormiga Feliz que la recibía con su invariable sonrisa eterna además, de colmarla de regalos que ella tanto apreciaba y agradecía cual Cleopatra.
Su amistad era tan grande, que se habían llegado a citar en extraños lugares habituándose a las circunstancias del momento. Podía llover con intensidad de Tsunami que ellos encontraban un refugio. Podía incluso granizar gigantescas bolas como enormes meteoritos.. que seguían quedando al cobijo de una cueva.
Su comprensión por el sentido de las cosas era muy parecido y aunque alguna vez habían diferido en opiniones, siempre llegaban al entendimiento debido a su gran confianza el uno por el otro.
Pocos amigos de piel tenía la Sra. Sapo, y de sabidos conocidos muchos... pero los que ella sentía como suyos, los contaba con los dedos de sus ancas.
Si algo destacaba y debía remarcarse en la filosofía de la curiosa Sra. Sapo, era la amistad, impenetrable muro que a su pensar, si era construido con fuertes piedras y honrados sentimientos, aguantaría indiferente al paso de los años y a sus movimientos sísmicos. 

Pd: Un árbol abre sus ramas como brazos... extiende sus hojas como dedos.. nosotros formamos parte del mismo tallo :)

6.6.12

Capítulo 22

Los sueños de los animales no son muy diferentes a los de algunos humanos.. En las fabulas todo puede ser, incluso un Sapo tiene fantasías..
En este pequeño bosque de infinitos refugios llenos todos de interminables historias, la Sra. Sapo creció feliz.
Siempre supo que no era igual a los otros Sapos y aunque su aspecto era a veces el mismo, su mente discurría discrepante en comparación a la de los demás.
Podía ver ese halo mágico que habita en la vida y en el propio oxigeno y que une a todo ser vivo convirtiéndolo en uno solo.
De bastante pequeña tuvo ya un corazón blando que la hacía distraerse con el vuelo de una mariposa o con el olor fresco de una rosa abierta. Por más que le llamaran la atención para que se centrara en el presente, su mente volaba lejos para olvidar que se trataba de un sapo que comía insectos vivos.
Con el paso del tiempo la Sra. Sapo había ganado el distintivo de Sra. por méritos propios superando batallas donde sin querer, dejó de ser renacuajo. Si en aquellos momentos se hubiese dejado llevar por el realismo que la envolvía, no habría podido crear y mucho menos alimentar, esa parte izquierda de su cerebro que tanto agradaba mimar, su creatividad.
En este pequeño bosque de eternas historias, la Sra. Sapo vio caer grandes arboles .. y aunque muchas veces  se sintió insignificante ante el gran cosmos por tener tan cortas ancas, aguarda con calma sabiendo que algún día.. dará su magistral salto.

5.6.12

Capítulo 21

Bajo el influjo de una luna llena gigante y la predicción de un eclipse de Venus, era mas que evidente que los animalitos andaran revueltos..  Puede que estos cambios inapreciables hubiesen conspirado hacia un repentino giro inesperado en la vida de la Sra. Sapo..
Hacía días que amanecía contenta y el ritmo de sus latidos de serena apariencia palpitaban con normalidad, pero aunque sus clases de yoga la habían ayudado mucho a encontrar esa paz interior que a veces le costaba hallar, no fueron el motivo de su actual recuperación.
Una mañana en la que no podía salirle nada peor.. La Sra. Sapo aplicaba sus técnicas de relajación evitando que salieran de ella esos demonios que la acompañaban y formaban su ser desde el día de su nacimiento, cuando fue bendecida y a su vez maldita por ser un Sapo..
Desmotivada y cansada caminaba sola aquella mañana triste cuando dio con la cabra...
La Sra. Sapo no quería que su conocida cabra la viera llorando y que esta pudiera pensar que ella era débil o necia por andar siempre entre lamentos y volvió a maldecir hacía dentro su mala suerte con aquella cabra siempre inoportuna.
Pudiera ser, que por un momento los astros se alineasen y que en el pequeño valle ondeara una bandera blanca porque aquel día la Diosa Natura marcara en su calendario esa fecha como jornada de paz, fuese lo que fuese, la orgullosa Cabra y la terrible Sra. Sapo... se entendieron aquel día.

1.6.12

Capítulo 20

Los días habían trascurrido tranquilos por el estanque. Las altas temperaturas ya eran habituales a cualquier hora y ya se podía decir, que olía a la brisa fresca particular del verano.
Estábamos en los días largos del año y a las diez todavía había luz.
La Sra. Sapo ya se había amoldado a la falta en su vida de ciertas compañías y aunque las extrañaba en ocasiones, no quedaba otra que mirar hacía adelante en busca de nuevos horizontes.
Sentada una noche de claros cielos en la barra coqueta de un pequeño bar que tenían montado unos lobos cerca de una playa, se bebía un rico cocktail con sabor a fresas mientras charlaba con un Oso hormiguero que llevaba unas gafas bajas dejándose ver sus pequeños ojos. 
La Sra. Sapo no tenía intenciones ninguna de ligar con aquel gigante Oso hormiguero de largo morro... pero estaba curiosa por compartir impresiones y opiniones a cerca de la vida. 
Todos somos especiales a nuestra manera... dijo el extraño animal. 
Yo discrepo un poco de su opinión Sr. Hormiguero, contestó rápido la Sra. Sapo que por sus experiencias vividas no pensaba lo mismo.
He conocido variopintos animales y muchos no muestran lo que son. Otros se mueven por envidias y codicias varias, los hay que tienen tanto orgullo que olvidan lo importante y también los hay, que matan sin razón.  
Sea para bien o para mal, todos tienen una historia que contar, solo hace falta alguien que quiera escucharla, dijo sereno el Oso Hormiguero sonriendo a la Sra. Sapo y contagiandole el simpático gesto haciendo que esta también enseñara sus dientes a modo de sonrisa tonta. 
La Sra. Sapo de cuerpo pequeño pero de astuta mente, continuo preguntando al para ella en esos momentos entendedor Oso Hormiguero un poquito más sobre sus curiosas pero debatientes respuestas. 
¿Pero como escuchar y ser un correcto juez cuando las visiones de dos seres son tan diferentes? cuando se desconfía tanto del otro es imposible ser justo. 
El Oso Hormiguero girando para mirar de cerca a la cotilla Sra. Sapo le dijo con una voz que pareció arreglar y ponerla a modo cuento a la vez que medio cerraba los ojos para darle todavía mas intención a su respuesta 
Lo mas difícil de la vida es despojarnos de nuestros miedos, a veces ese terror nos impide tener una visión realista de las situaciones para abordarla con decisión y damos vueltas en nuestra cabeza a actos que no dejamos salir de nuevo por ese paralizante miedo. Curiosa amiga no pierdas el tiempo en descifrarla y simplemente vívela. Y como si fuese el anuncio de una conocida marca refrescante de refrescos volvió a sonreír y una brisa trajo ese olor a verano que tanto le gustaba a la Sra. Sapo.

23.5.12

Capítulo 19

Un renacuajo como su nombre bien indica quiere decir pequeño y así, eran los pequeños de la Sra. Sapo o como a ella le gustaba decir "sus cachorros".
 Había dado vida a dos, dos hermosas crías de sapo varones.
 Cuando llegaron a este extraño mundo, enseguida dieron sentido a la vida de la Sra. Sapo que los miraba encandilada, mientras ellos crecían felices en el estanque ausentes de los peligros del exterior y alimentándose de los cuentos fantasiosos siempre inventados, que su tierna mamá Sapo les contaba cada día.
Aquella mañana sentada al pie de sus minúsculas camitas de delicadas flores, la Sra. Sapo los observaba dormir y pensaba en lo angelicales e indefensos que se veían sus pequeños cachorros con esas cabecitas tan minúsculas y delicadas, pero ellos ajenos de todo, creían ser poderosos dragones.
Esa visión de las cosas era lo que mas le gustaba a la Sra. Sapo de ellos. No entendían de problemas cotidianos y mucho menos de historias del corazón, pero lo importante era, que si tenía un mal día, siempre le sacaban una sonrisa.
Ojeando la mochila que llevaba uno de sus cachorros para acudir a sus clases diarias de educación al medio ambiente, la Sra. Sapo vio un papel arrugado al fondo de esta y sacándolo comprobó, que era un dibujo mágico que su pequeño renacuajo le había hecho dejándose ver en colores un escrito que decía.. para mi mamá. La Sra. Sapo se apenó al ver, que el bonito regalo de su hijo llevaba en la mochila dos días..
No quedaban preguntas ya, que mas señales necesitaba, había estado sumergida en un desconcierto pausado de un ritmo acelerado. Arreglando el dibujo como pudo, le puso un marco de bambú y le buscó el mejor sitio de la casa prometiéndose a si misma, no volver a dejar que nada impidiera que dejara de contarles cuentos.

Capítulo 18

Son tantas las especies que habitan esta curiosa fauna como diferentes para mi sus extraños actos!!
Hablaba sola la Sra. Sapo a la vez que caminaba con rumbo a su hogar.
Sus grandes ojos no paraban de dar vueltas apreciándose sutilmente en ellos, los mensajes que su diminuto cerebro enviaba y que estos, a modo de reflejo se manifestaban a su antojo y que le impedían a veces mantener la vista fija en el sendero.
 Mientras continuaba con su lucha ocular, sacaba siempre las mismas conclusiones, no variaban sus respuestas acompañándolas además, de un familiar sentimiento de desconcierto que por desgracia, ya conocía.
 Parándose a observar la gota que caía lenta de una hoja, habló en alto a la vez que arqueaba en apariencia su ceja. 
Las piscinas humanas no están hechas para Sapos como yo.. .Muchos animales saben sacar de ellas un buen disfrute, pero yo, soy mas de estanques libres y de esas situaciones que se pueden llegar a crear simplemente dejándose llevar por la corriente.. haciendo una pequeña pausa volvió a decir..
 He intentado apreciar sus aguas de cloro y nadar entre sus carriles separados que alejan un nadador de otro..pero es absurdo, esas cosas son mas para animales domésticos... Sin decir ni pensar nada mas, se quitó el vestido y se zambulló en su apreciado estanque libre de silbatos ni estrechas vías..
Las reflexiones de nuestra protagonista eran dignas de eruditos filósofos, aunque puede que con  extravagantes maneras de contarlo..

20.5.12

Capítulo 17

Las Hadas, seres mágicos con forma de mujer hermosa. No entienden del paso de los años, ellas no envejecen, se conservan bellas aún con el paso del tiempo. Sólo la poca fe de los humanos y su a veces crueldad, las puede llegar a hacer desaparecer. Pocas son las personas que han visto una pues muchos son, los que miran con ojos necios sin saber distinguirlas pero, con  un cruzar de miradas, o con un breve intercambio de palabras entiendes rápido su asombroso halo.
La Sra. Sapo tenía la suerte de conocer a una, tenia incluso el orgullo de sentirla siempre tan cerca y eso que por motivos del cosmos no coincidían mucho para llegar a profundizar de la vida, pero no hacía falta, estaban las dos en la misma onda. La Sra. Sapo siempre había tenido admiración por esa Hada y soñaba con algún día poseer su gran porte y su afinada clase además, de su amplia comprensión de las cosas.
Aquella noche temprana, la Sra. Sapo tumbada en su nenúfar con la vista al cielo como de costumbre, le daba significado a la conversación reciente que había tenido con dicha Hada. Todas sus palabras estaban llenas de grandes verdades y no quería dejar pasar al olvido, ninguna de las frases habladas con ella. Cerraba un ojo y unía los astros con su singular dedo anca, pues para ella estos, parecían puntos adornando el cielo esperando a ser unidos dándole así extrañas formas que convertía en juego y pensaba, que lo malo de ser Hada, era que no podías concederte a ti misma los deseos..
 Curiosas deducciones de la particular protagonista que incluía a su reflexión que cuando tuviera la oportunidad, le pediría uno para sus amadas ninfas.  En aquel preciso momento, una estrella fugaz a modo de señal, pasó rápida por el cielo y la Sra. Sapo se apresuró a decir en alto su deseo antes de que esta se esfumara.
Deseo... Que algo mágico nos cambie el transcurso de todo!! que pinte de color nuestros tonos grises desterrando al fin sus días de pena y sin sentido!! Que pase algo mágico yaaaa!!! gritó tan alto la singular protagonista, que hasta rebotó el eco de sus propias palabras entre las montañas que la envolvían....
y  la Dama Verde de la paciencia se dejó ver.. concediendo el deseo de tres. PD: A mis queridas ninfas.. gracias por leerme con esa bonita pasión :)

19.5.12

Capítulo 16

Con la de lunas que habían pasado y la Sra. Sapo aun no había extinguido su fuego... En una reunión de amigos con brindis de diversión... la anfibia embriagada por ese liquido que confunde y trastorna los sentidos, dijo alzando su copa con reflejos adormecidos y aparentando la escena de una antigua película...
A Dios pongo por testigo...que sino baja la dichosa cabra al monte y calma mi excitada sed... tendré que cazar mosquitos con mi larga lengua !!! y  sin mas, acabó con el licor de su bebida mientras cruzaba los dedos en secreto, para que aunque lo pensara sin meditar... fuese la resentida cabra a olisquear sus bellas flores..Nada.. son solo fantasías ardientes... está todo tan frío que podría compararse a la escarcha del invierno.. será esa frialdad la que apague mi engañada llama ,pues seguro que la suya ya la sacian.. pensó.

17.5.12

Capítulo 15

La raíz de un árbol agarra con fuerza la tierra asegurándose un paso seguro a lo largo de su vida. Sólo los hechos de plástico por humanos (en real similitud a los verdaderos llegando a veces a confundir) son los que no morirán al ser trasplantados pues carecen de vida. La naturaleza sabía, no creyó conveniente dotar de pies a sus arboles para que fueran de un sitio a otro, pues el vinculo que pretendía concebir entre la tierra y sus raíces sería eterno, dando paso a corrientes de energía invisibles a la vista pero que fluyen fuertes y constantes para después, trasformarse en ese oxigeno indispensable y que nos permite respirar.
Puede que así diseñara también a muchos de los seres vivos .. en particular a la Sra. Sapo animal distinguido entre los cuentos de hadas y de los que ella creía formar parte.  Aunque continuaba con su ajetreada vida de breves espacios de tiempo, seguía pensando en su alma gemela y en lo poco que sabían los demás del amor.
Una hoja al caer le susurró.. creo que tu te enamoraste de un abeto de plástico...

15.5.12

Capítulo 14

¿Lo llevas todo? Date brío querida o llegaremos tarde.. dijo el Sr. Pantera Negra agachando la cabeza al máximo para poder así acercarse un poco más y ser oído mejor, por su amiga la Sra. Sapo que en comparación a él, era casi minúscula.
Sí... contestó ella sacando las cosas de nuevo para revisarlas mientras el Sr. Pantera se tiraba al suelo y tapaba su cara con sus enormes zarpas negras en actitud de desespero.
El Sr. Pantera, era envidiado en el bosque por su conocida buena vida. Muchos eran los que ansiaban tener lo que él poseía con su poco esfuerzo, pero para la Sra. Sapo, todo eso carecía de importancia. Para ella, lo valioso del Sr. Pantera no eran sus grandes lujos sino algo más místico, nacer bendecido con el arte de la risa. Cualquier problema que ella pudiera tener, este lo transformaba en ridículo y aunque siempre era escueto en sus palabras, daba con las silabas exactas en las que ya no cabía la replica.
Los diferentes puntos de vista del peculiar Sr. Pantera, resumían la tragedia de la Sra. Sapo a un único objetivo, uno mismo, dejándose de lamentaciones para pasar a una acción inmediata y ya obvia. EL PRESENTE.
Vive y deja vivir.

13.5.12

Capítulo 13 (no me da miedo)

Casi terminada la tarde, rozando el crepúsculo de la noche, a la Sra. Sapo le gustaba ir a una cascada que no muy lejos aseguraba el relax o el disfrute de los más místicos con sólo contemplarla.
 Las pocas horas libres de las que disponía nuestra anfibia al día, tenía que aprovecharlas al máximo para resistir, y no ser atrapada por la monotonía, la misma que acababa secuestrando a muchos de los seres que habitaban el planeta por incidir en exactas costumbres aun gozando del privilegio de poder cambiarlas.
Cogió su bicicleta de bambú, y bajó la cuesta sin apenas sujetar el manillar. Ese pequeño gesto que acompañaba cerrando los ojos breve, sintiendo jugar a la brisa, le devolvía a sus años de renacuajo.
Exponiéndose rebelde a poder estrellarse contra algo, decidió abrir un ojo no fuera a costarle la broma un disgusto, y aceleró el pedaleo para llegar antes a destino.
Apoyando su bicicleta en el tronco de un árbol, echó un vistazo al río y sonrió traviesa al ver la poca afluencia de animales que a esas horas y como tenía previsto, rondaban el lugar. Podría disfrutar a cuerpo de reina.
Entrada la noche, la Sra. Sapo seguía sin pensamientos de abandonar la cascada. Mientras flotaba boca arriba o vulgarmente dicho, lo que se diría en la zona "hacer el muerto", contemplaba el cielo y su Luna sin comprender, la existencia de seres que no vieran la vida desde aquel lado mágico, la insistencia en lo dañino.
-¡Sra Sapo!- oyó que la llamaban, era Nana, su bonita amiga Koala de olor a eucalipto que agitaba los brazos desde la orilla saludando.
-¡Nana! ¡qué alegría verte! ¡qué gran sorpresa!, ¡espera que salgo del agua y te doy siete besos! - dijo la Sra. Sapo sonriente dirigiéndose a la orilla al estilo mariposa y voceando incomprensible por la emoción.
- Un momento que me seco, estoy chorreando te pondría perdida. ¡Qué guapa estas!-  hablaba la Sra. Sapo mientras se pasaba por todos los rincones, un paño largo tejido con algodones que había sacado de su mochila.
-No te preocupes, no tengo prisa- respondió Nana Koala sentada en una piedra mostrando una media sonrisa.
- Uy, a ti te ha ocurrido algo, ¿qué haces aquí tan tarde? Mmm, a ver mírame...- habló la Sra. Sapo con un gesto de preocupación y medio arqueando una ceja invisible. Una preciosa mueca de bebé lloroso, inundo el rostro de Nana que rápido se tiró a los brazos de la Sra. Sapo.
-Vaya pequeña canica de pelos de fresco perfume, ¿por qué lloras? es que acaso te volvieron a romper el corazón?- Nana Koala aún lloró con más fuerza.
Decía que siempre le pasaba lo mismo. Se quejaba del mundo y de lo frágil que era siendo un Koala diseñado casi en apariencia para ser abrazado.
La Sra. Sapo no quiso saber más y con mirada cómplice creada por una amistad de años, la cogió de sus suaves manitas y silenciando su pena, la adentró en el agua.
-¡Cielos Nana Koala, mojada pareces otra! ¡parece que te haya alcanzado un rayo!¡no puedo parar de reír!- dijo la Sra. Sapo destornillándose mientras salpicaba a Nana Koala con sus saltos y chapuzones.
-¿No parezco resultona? respondió Nana Koala contoneándose con cara mimosa a la vez que esquivaba las gotas con trayectoria a sus ojos irritados por las lágrimas.
-Tú siempre estás guapa, incluso electrocutada. Sólo quiero que me enseñes esos dientes de tu bonita sonrisa. Espera... voy a buscar algo...- dijo la La Sra. Sapo antes de sumergirse en el agua dónde desapareció dejando un revoltoso rizo.
-¡A ver que tramas! ¡que te conozco! expresó Nana Koala señalando al agua con el dedo  y moviendo la cabeza con mueca tierna.
 Sin mucha demora, la Sra. Sapo regresó arrastrando un gran nenúfar con sus pequeñas ancas verdes y lo acercó dónde estaba Nana.
-Mira, así podrás flotar tú también sobre el agua. Sube, contemplaremos juntas un rato las estrellas.- dijo cediéndole la gigante hoja.
Tendidas boca arriba sobre el nenúfar y con los brazos en cruz, miraron el cielo un largo rato.
¿No te parecen más pequeños tus problemas desde esta perspectiva querida amiga? Seguramente no podamos cambiar el devenir de las cosas, pero podemos aprender a esquivarlas, a quizás no angustiarnos tanto por historias exentas de corazón. Cada día crezco pensando en los errores que ya no quisiera volver a cometer, en que hay un lenguaje del todo. En verdad, todos tenemos las respuestas a nuestras preguntas, aunque a veces, no lo queramos ver, pero eso, no lo he descubierto yo esta noche. Ay querida Nana, respiremos momentos verdaderos pues esta corta vida necesita de grandes impulsos que sólo nosotras podremos crear con esperanza.- dijo la Sra. Sapo como si le estuviese contando un cuento a un pimpollo.
-Tienes que enseñarme para poder creer en todo eso, últimamente no gozo de una imaginación desbordante y festiva- suspiró Nana Koala desinflándose como un globo.
-Pues eso de festiva tiene fácil remedio- dijo la Sra. Sapo pegando un salto del nenúfar y tirando a su amiga al agua sin contemplaciones. Rieron juntas.

Recargando mi barra de maná: estado 60%

11.5.12

Capítulo 12

El Sol asoma cada mañana sobre el verde valle. Primero lo hace tímido sin casi apreciarse, a veces, hasta  parece que no quiera salir, pero a medio día brilla fuerte alcanzando temperaturas casi veraniegas. Después, la Luna que llega veloz trasforma el escenario y lo oscurece apagando al Sol que no tarda en volver a brillar... un día y otro y otro más.. y así sucesivamente...
A la Sra. Sapo le pasaban los días volando. Aunque todos eran diferentes y con anécdotas de todo tipo, caían rápido las hojas del calendario sin casi darle tiempo, a poder tachar sus días.
Una soleada mañana, estaba la Sra Sapo metida en su cama, mientras observaba con un ojo la hora del despertador amenazante con volver a sonar estrepitosamente. Le costaba abandonar sus apetecibles sabanas de pétalos de rosas que sacudía suave para no dejar escapar mucho su agradable fragancia de la que nunca se cansaba, y eso, que era una costumbre de años el perfumarlas en cada limpio cambio semanal.
Aquella mañana, no sugería un día distinto a otro cuando decidió abrir del todo los ojos, pero su cuerpo, parecía discrepar un poco. Ardiendo como el mismísimo sol anhelando ser apagado con besos y gemidos, recordó al momento, el sueño acontecido en la noche, en el que sin la ayuda de sus extremidades, le alegró el descanso mojando su cama de vida, pero parecía que no tenía bastante...
Un impulso lascivo le invadió el pensamiento y sin darse cuenta, sus ancas, acariciaban automáticas el monte de la diversión, menudo día le esperaba con ese cuerpo suyo que amanecía rebelde.
Pasado el rato y decidido el vestuario donde predominaba el color rojo, confirmó que su ansia de piel aún seguía vigente y con la expresión del que tiene la sensación de olvidarse algo, salió de su casa como si no hubiese ocurrido nada.
Caminando se sorprendía de la curiosa atención que causaba en los animalillos que se iba encontrando por el camino, pensando para ella misma, que estaba alcanzando unos niveles altos en feromonas pues notaba, que su cuerpo desprendía ese invisible polvo de hadas imperceptible al ojo, pero que llenaba el aire por dónde pasaba con deseo de apareamiento.
Los analizaba con detenimiento valorando las diferentes posibilidades y sus luego consecuentes actos, pero no le apetecía iniciar ninguna situación y todavía sentía el luto del que pierde un querido.
Inocente Sra Sapo que no serás saciada en tiempo con tu estúpida y absurda actitud de espera.

5.5.12

Capítulo 11

Aprovechando que el campo rebosaba de bellas flores por las lluvias de la primavera, la Sra Sapo las recogía afanada, mientras croaba una bonita canción sólo comprensible para ella y decoraba su cabeza con una margarita que se le caía constantemente por su falta de orejas y que acabó sujetándola con la boca. Sentada bajo la sombra de un árbol, seleccionaba las flores que utilizaría para fabricar un original collar que mas tarde regalaría a la Sra Gata Montés, una vieja amiga suya que cumplía años. Una vez terminado el coqueto detalle que contemplaba orgullosa por lo bien que le había salido, observó la margarita que en el suelo había dejado antes para operar sin tropiezos, y apasionada, la comenzó a deshojar. Cuando le quedaban pocas hojas para conocer la respuesta de su me quiere no me quiere... advirtió que la estaban observando. Levantando la vista, el semblante le cambió de golpe. Azarada soltó la flor e intentó disimular su acto tapando la margarita con su corta anca sin quitarle el ojo a la cabra que tiesa la contemplaba entre matorrales.
     - ¡No me puedo creer que todavía existan seres que piensen que una margarita les dirá si les quieren! Deberías dejarte de tanta tontería y centrarte más en las cosas serias- dijo soltando un bufido a la vez que agitaba su cola de tres pelos como si de la vara de un glorioso rey se tratase. La Sra. Sapo de nuevo se quedó rota sin decir palabra mientras la cabra se alejaba sin echar la vista atrás, sin detener el paso de sus pezuñas.
A la caída del día, la Sra Sapo arreglando su aspecto físico, agradecía para ella misma, que no fuera el alma lo que mostraba. Saliendo al encuentro que la citaba con su estimada amiga, la Sra. Gata Montés, pues días hacían ya que no se reunían, y ya impacientaba en encontrarse con ella.
Al llegar, rápidamente observó que su pequeña amiga anfibia no estaba bien y se apresuró en investigar el porqué de su triste mirada.
La Sra Sapo no pudo reprimir su barbilla que temblaba con la potencia de un terremoto a escala Richter, y sin ya resistirlo más, dejó salir su gran llanto retenido.
Todo se pondrá en su sitio, dijo la Sra Gata Montés con voz calmada y alentadora y abrazó a la Sra. Sapo hasta que esta se quedó dormida.

7.3.12

Capítulo 10

La noche había caído y su manto cubrió el sol dejando paso al brillar de las estrellas.
Muchos de los animalíllos que habitan los alrededores del estanque, salen al anochecer en busca de comida, otros simplemente, salen de sus nidos o madrigueras para reunirse como de costumbre y detallar las anécdotas o sucesos importantes del poder vivir un día más.
La Sra Sapo siempre estaba presente en aquellas reuniones nocturnas que tanto le entusiasmaban y hacían que su color verde resaltará vigoroso. El clima que las envolvía tenía algo de mágico y para ella, simplemente contemplar a unos y a otros charlar de sus cosas sin las preocupaciones mundanas, la evadía de sus disgustos.
Una pequeña, casi diminuta luciérnaga, alumbraba con su figura dando aún más cobijo a las reuniones bajo la luna y a nuestra Sra Sapo en particular, le hacía mucha gracia, que un bichito tan pequeño, pudiese dar tanta luz.
La cabra que merodeaba por allí... no dudó en acercarse al oír tanto barullo, pues parecía que se lo estaban pasando en grande. A medida que se acercaba, iba reconociendo un particular croar, era aquella anfibia que tanto odiaba... Ni siquiera sabía si era una rana o un sapo, que mas daba, los dos, tenían los ojos saltones y su aspecto físico es similar... esos eran los razonamientos de aquella cabra siempre malhumorada.
 La risa de la Sra Sapo que evidentemente por su circunstancia no emitía otro sonido que el de un croac y luego otro croac a modo de carcajada... ponían nerviosa a la sufrida cabra que según se aproximaba al estanque, iba aumentando su cabreo y nunca mejor dicho, al escuchar aquel particular sonido que tanto le crispaba.
Tramando un vengador plan, escondido tras un seto.. la cabra que apoderándose de su oreja un tic por los nervios que le producía la sonrisa de la Sra Sapo, creyó encontrar un remedio para acabar pronto con aquella fiesta ridícula.
Con un caminar seguro y firme, y con un plan ya meditado...  asomó la cabeza por el arbusto y se dejó ver ante los participantes de la reunión nocturna.
Todos lo saludaron y extrañados por su presencia, dado que no era habitual en un animal que pasta de día, le preguntaron por su visita, a lo que la astuta cabra contestó.
-Tenía un poco de hambre... parece que tanto viaje al monte me abrió el apetito - dijo casi sin inmutarse, acto seguido abrió la boca, y le pegó un mordisco al seto dónde se hallaba la pequeña luciérnaga. Todos enmudecieron conmovidos con un exhalo, haciéndose la oscuridad dueña del lugar ya sin ecos, sin mágico brillo. Disculparon a la cabra días más tarde, alegando que no se percató de la presencia de la diminuta luciérnaga. Dejaba familia, pero sólo era otro insecto.
A la Sra Sapo le cayó una lágrima.

6.3.12

Capítulo 9

La primavera ya casi podía olerse en el ambiente y la Sra. Sapo en su charca, como de costumbre, contemplaba el estanque ya sin hielo mientras ensanchaba el estómago por los insectos cada vez más frecuentes por la llegada de los colores verdes del buen tiempo. Aunque en ellos también había vida, el hambre azotaba después del invierno, era pura supervivencia se disculpaba cada vez que daba caza a uno.
 Tenía ocupado su cuerpo en los diferentes ejercicios diarios pero su mente, aún no entendía porque decidió darle fin a su cuento. Le mataba no desahogarse entre aquellas lineas, al fin y al cabo, eran para ella. Aquella mañana fría de Febrero en la que le invadieron los demonios, saltó con sus cortas pero flexibles ancas y abandonó con disimulo el estanque para pisar tierra firme, con la de historias que aún tenía por croar, pensó. Levantando una piedra que utilizaba a modo de escondite no muy lejos de ahí, sacó de debajo de ella su libreta hecha de hojas secas de arboles centenarios y su bolígrafo fabricado con el tallo de una flor.  Abriendo la carpeta por la página que seguía, se dispuso a escribir de nuevo su cuento, comenzando de nuevo a oxigenar mejor con cada palabra que añadía.

5.2.12

Capítulo 8

Sería la llegada de la luna llena...o serían las ganas de amor de la Sra. Sapo... pero no podía parar de darse amor así misma... - Hay que ver lo fogosa que estoy últimamente, incluso el ligero movimiento del nenúfar por las pequeñas corrientes del estanque me da placer... Está claro que mi cuerpo pide a gritos alegría! Cuanto amor desaprovechado dentro de mi.. ¿Qué debo hacer? No puedo dejarme llevar por mis fuegos, ni por mi mente.. Oh vaya, y mucho menos por mi corazón. ¡Es obvio que no soy yo misma! ¡tanta represión contenida, me hará explotar como una olla express!-  se quejaba la Sra. Sapo de su desamor incomprendido, pero lo que de verdad atormentaba a la pequeña Sapito, era que su medicina... sólo la tenía... aquella cabra mal hablada y sin corazón...

4.2.12

Capítulo 7

-¿Todo esto te vas a llevar?-  Le dijo la Sra. Sapo a su amiga la Mariposa Kafkiana que intentaba cerrar su equipaje a la fuerza.
-Sí! ¡Y cada vez estoy más nerviosa! Mañana temprano parto y esta dichosa maleta parece encoger por momentos! Cada vez me caben menos cosas en ella!-
-Pero pequeña mariposa presumida-  dijo la Sra. Sapo sonriente y mirando a su amiga con gran cariño. -No te preocupes mi delicada amiga!! Cuando vaya a verte te llevaré otra mucho más grande- Las dos se pusieron a reír entre llantos.
"El aletear de una mariposa puede provocar un tornado en la otra parte del mundo y doy fe, pues ya empiezo a extrañar los pequeños cambios..."

3.2.12

Capítulo 6

Estaba la Sra sapo un día, como otro, como uno más, en casa de su amigo el Cerdo Volador, conocido en todo el bosque por preparar grandes manjares a los que él consideraba como sus amigos. En esas reuniones le encantaba hacerse oír y así poder demostrar su indignación con el planeta tierra. A la Sra. Sapo le gustaba pasar largos ratos hablando con él, sentarse a saborear los tés y manjares que este le preparaba con gran entusiasmo.
- ¿Verdad que son bonitas las vistas?- dijo el Cerdo Volador.
-Pues no me había parado a observar... hoy tengo la mente aturdida.. dijo la Sra. Sapo con melancolía.
Pues eso querida amiga.. si es una gran pesar.

Capítulo 5

Se rascaba la barba una cabra, mientras decía mirando con frialdad a la Sra. Sapo distraída entre pensamientos sobre una hoja de estanque...
  -Curioso... Nunca había visto un sapo con los labios pintados y adornos en el cuello... Sin duda denota a alguien que quiere llamar la atención!! Es ridículo!!- dijo soltando una carcajada y emprendiendo la marcha por el camino a la vez que meneaba el rabo.
La Sra. Sapo se había quedado inmóvil al escuchar la ofensa palabrería de la cabra, se liberó del invisible bloqueo respondiendo aunque tardía, con fuerza a la insolente cabra que se alejaba rápido sin ni siquiera esperar respuesta.
Es una pena Sr. Cabrito que piense eso de mi sin conocerme siquiera, pues mi voz, no es afeminada por el destino. Siga su camino de ignorancia que sin ser adivina predigo, será duro y frío, vacío de apasionados besos.
A veces juzgar es fácil, pobre Sra. Sapo que no puede evitar parecer un sapo..

1.2.12

Capítulo 4

Y el invierno iba pasando y la Sra. Sapo seguía en su estanque. Un animalillo que pasaba por ahí le dijo -¿Por qué continuas aquí? El agua esta casi helada y por aquí no hay nadie...-
La Sra. Sapo no supo que decir, sólo se quedó pensando mientras el animal se desvanecía en su iris.

31.1.12

CAPÍTULO 3

Estuve soñando despierta... Me di cuenta tan tarde... dijo la Sra. sapo. Malditas alucinaciones que cambian por momentos nuestra naturaleza. Doméstico mis impulsos para evitar ir de charca en charca.

28.1.12

CAPÍTULO 1

¡Bienaventurado aquél que sin fijarse en mis ramas ni en mis frutos, llegue a mi sólo por amor, por ansia de tenerme y de mirarme con enamorada rabia!