25.6.12

Capítulo 24

Había sido un día largo para la Sra. Sapo aquella tarde de Junio, pensaba con los ojos empañados mientras acariciaba el lomo de su fiel amigo el Perro Drap.
Unas Lunas antes, había tenido lugar en la charca la conocida fiesta anual del solsticio de verano. Los animales, se reunían para celebrar el famoso acto alrededor de fogatas que ellos mismos  hacían y contaban leyendas de esa noche mágica. Visitantes de los sitios mas dispares, se acercaban al lugar alzando en sus manos bengalas luminosas que agitaban de un lado a otro formando halos de luz que resaltaban aún más en la oscuridad y que adornaban el ambiente con un bonito toque misterioso.
La Sra. Sapo, conocía al dedillo las historias y mitos que se contaban de aquella noche y en su fantasiosa mente, casi los había cumplido todos para que el amor perdurara eternamente, pero al final, no hizo nada de lo que tenía previsto y se dejó llevar apartando a un lado la superstición y confiando un poquito en el buen hacer de su cabra sabionda. Que bien se sentía cuando no pensaba en nada... cuando solo se dejaba llevar...
Volviendo de nuevo en sí a la vez que parpadeaba lentamente sus grandes ojos ahora enrojecidos por un poco su pena, volvió a abrazar a su gigante Perro Drap como pudo, mientras le pedía disculpas por estar en su vida. La Sra. Sapo sabía que su pobre amigo fiel, simplemente pagó las consecuencias de que la pobre maldita Sra. Sapo fuera feliz aquellas horas...
No podemos tenerlo todo en esta vida, pero si hacemos las cosas de corazón a veces, los castigos son menos duros... me gustaría a veces ser, un poquito más afortunada.. ¿sería eso injusto?... TE QUIERO GREGOR Y MAMI TE QUIERO TANTO QUE MORIA palabras escritas en manos de mi renacuajo aquí quedarán :)

22.6.12

Capítulo 23

Una hormiga trabajadora y de fino porte administraba con elegancia un bonito invernadero donde crecían aromáticas plantas que convertían en caseros remedios para el cutis.
Nuestra amiga la Sra. Sapo sabía bien, que su escamosa piel no era exactamente agradable a la vista y siempre que podía, sacaba un momento para visitar al Sr. Hormiga Feliz que la recibía con su invariable sonrisa eterna además, de colmarla de regalos que ella tanto apreciaba y agradecía cual Cleopatra.
Su amistad era tan grande, que se habían llegado a citar en extraños lugares habituándose a las circunstancias del momento. Podía llover con intensidad de Tsunami que ellos encontraban un refugio. Podía incluso granizar gigantescas bolas como enormes meteoritos.. que seguían quedando al cobijo de una cueva.
Su comprensión por el sentido de las cosas era muy parecido y aunque alguna vez habían diferido en opiniones, siempre llegaban al entendimiento debido a su gran confianza el uno por el otro.
Pocos amigos de piel tenía la Sra. Sapo, y de sabidos conocidos muchos... pero los que ella sentía como suyos, los contaba con los dedos de sus ancas.
Si algo destacaba y debía remarcarse en la filosofía de la curiosa Sra. Sapo, era la amistad, impenetrable muro que a su pensar, si era construido con fuertes piedras y honrados sentimientos, aguantaría indiferente al paso de los años y a sus movimientos sísmicos. 

Pd: Un árbol abre sus ramas como brazos... extiende sus hojas como dedos.. nosotros formamos parte del mismo tallo :)

6.6.12

Capítulo 22

Los sueños de los animales no son muy diferentes a los de algunos humanos.. En las fabulas todo puede ser, incluso un Sapo tiene fantasías..
En este pequeño bosque de infinitos refugios llenos todos de interminables historias, la Sra. Sapo creció feliz.
Siempre supo que no era igual a los otros Sapos y aunque su aspecto era a veces el mismo, su mente discurría discrepante en comparación a la de los demás.
Podía ver ese halo mágico que habita en la vida y en el propio oxigeno y que une a todo ser vivo convirtiéndolo en uno solo.
De bastante pequeña tuvo ya un corazón blando que la hacía distraerse con el vuelo de una mariposa o con el olor fresco de una rosa abierta. Por más que le llamaran la atención para que se centrara en el presente, su mente volaba lejos para olvidar que se trataba de un sapo que comía insectos vivos.
Con el paso del tiempo la Sra. Sapo había ganado el distintivo de Sra. por méritos propios superando batallas donde sin querer, dejó de ser renacuajo. Si en aquellos momentos se hubiese dejado llevar por el realismo que la envolvía, no habría podido crear y mucho menos alimentar, esa parte izquierda de su cerebro que tanto agradaba mimar, su creatividad.
En este pequeño bosque de eternas historias, la Sra. Sapo vio caer grandes arboles .. y aunque muchas veces  se sintió insignificante ante el gran cosmos por tener tan cortas ancas, aguarda con calma sabiendo que algún día.. dará su magistral salto.

5.6.12

Capítulo 21

Bajo el influjo de una luna llena gigante y la predicción de un eclipse de Venus, era mas que evidente que los animalitos andaran revueltos..  Puede que estos cambios inapreciables hubiesen conspirado hacia un repentino giro inesperado en la vida de la Sra. Sapo..
Hacía días que amanecía contenta y el ritmo de sus latidos de serena apariencia palpitaban con normalidad, pero aunque sus clases de yoga la habían ayudado mucho a encontrar esa paz interior que a veces le costaba hallar, no fueron el motivo de su actual recuperación.
Una mañana en la que no podía salirle nada peor.. La Sra. Sapo aplicaba sus técnicas de relajación evitando que salieran de ella esos demonios que la acompañaban y formaban su ser desde el día de su nacimiento, cuando fue bendecida y a su vez maldita por ser un Sapo..
Desmotivada y cansada caminaba sola aquella mañana triste cuando dio con la cabra...
La Sra. Sapo no quería que su conocida cabra la viera llorando y que esta pudiera pensar que ella era débil o necia por andar siempre entre lamentos y volvió a maldecir hacía dentro su mala suerte con aquella cabra siempre inoportuna.
Pudiera ser, que por un momento los astros se alineasen y que en el pequeño valle ondeara una bandera blanca porque aquel día la Diosa Natura marcara en su calendario esa fecha como jornada de paz, fuese lo que fuese, la orgullosa Cabra y la terrible Sra. Sapo... se entendieron aquel día.

1.6.12

Capítulo 20

Los días habían trascurrido tranquilos por el estanque. Las altas temperaturas ya eran habituales a cualquier hora y ya se podía decir, que olía a la brisa fresca particular del verano.
Estábamos en los días largos del año y a las diez todavía había luz.
La Sra. Sapo ya se había amoldado a la falta en su vida de ciertas compañías y aunque las extrañaba en ocasiones, no quedaba otra que mirar hacía adelante en busca de nuevos horizontes.
Sentada una noche de claros cielos en la barra coqueta de un pequeño bar que tenían montado unos lobos cerca de una playa, se bebía un rico cocktail con sabor a fresas mientras charlaba con un Oso hormiguero que llevaba unas gafas bajas dejándose ver sus pequeños ojos. 
La Sra. Sapo no tenía intenciones ninguna de ligar con aquel gigante Oso hormiguero de largo morro... pero estaba curiosa por compartir impresiones y opiniones a cerca de la vida. 
Todos somos especiales a nuestra manera... dijo el extraño animal. 
Yo discrepo un poco de su opinión Sr. Hormiguero, contestó rápido la Sra. Sapo que por sus experiencias vividas no pensaba lo mismo.
He conocido variopintos animales y muchos no muestran lo que son. Otros se mueven por envidias y codicias varias, los hay que tienen tanto orgullo que olvidan lo importante y también los hay, que matan sin razón.  
Sea para bien o para mal, todos tienen una historia que contar, solo hace falta alguien que quiera escucharla, dijo sereno el Oso Hormiguero sonriendo a la Sra. Sapo y contagiandole el simpático gesto haciendo que esta también enseñara sus dientes a modo de sonrisa tonta. 
La Sra. Sapo de cuerpo pequeño pero de astuta mente, continuo preguntando al para ella en esos momentos entendedor Oso Hormiguero un poquito más sobre sus curiosas pero debatientes respuestas. 
¿Pero como escuchar y ser un correcto juez cuando las visiones de dos seres son tan diferentes? cuando se desconfía tanto del otro es imposible ser justo. 
El Oso Hormiguero girando para mirar de cerca a la cotilla Sra. Sapo le dijo con una voz que pareció arreglar y ponerla a modo cuento a la vez que medio cerraba los ojos para darle todavía mas intención a su respuesta 
Lo mas difícil de la vida es despojarnos de nuestros miedos, a veces ese terror nos impide tener una visión realista de las situaciones para abordarla con decisión y damos vueltas en nuestra cabeza a actos que no dejamos salir de nuevo por ese paralizante miedo. Curiosa amiga no pierdas el tiempo en descifrarla y simplemente vívela. Y como si fuese el anuncio de una conocida marca refrescante de refrescos volvió a sonreír y una brisa trajo ese olor a verano que tanto le gustaba a la Sra. Sapo.