28.3.13

Capítulo 46

28 de Marzo... Habían pasado ya 6 primaveras desde la llegada al mundo del mas pequeño de sus dragones.
Contra todo pronostico aquel día el sol brilló, dando tregua a las lluvias acontecidas. La Sra. Sapicornia que no se fiaba del tiempo, reconocía que no se había organizado bien la jornada del Jueves 28 de Marzo.. pues aunque era una fecha señalada para una eternidad por el nacimiento de su bebé, aquel día también, pondría a prueba sus impulsos.
La mañana se le venía encima y la llegada de la cita estaba cada vez mas cerca. Su imagen en el transcurso de las lunas había cambiado un poco. Entre el cuerno de su frontis y las extrañas y casi imperceptibles señales que debía recibir y que tanto le costaba interpretar cuando las obtenía, le mantenían en alerta constante y puede que modificaran su rostro acentuándolo aun mas. La Sra. Sapicornia quería encontrar en su cuerno el secreto de la magia, pues se decía que su cuerno abría la puerta a secretos ocultos. Muchos habían codiciado esta asta para hacerse con una vida lujosa y larga... Necios, pensaba la Sra. Sapicornia, intentando disimular su destacada cornamenta.
Estando el sol aun alto acudió a su reunión un tanto nerviosa, pues seamos sinceros, todavía ni era un Unicornio, ni tampoco había dejado de ser un Sapo..
Terminada la tarde... ¿que podía escribir en sus relatos que no dispararan su imaginación demasiado lejos? Si cerraba los ojos y pensaba como un Sapo, veía un futuro feliz, una bonita armonía porque por fin, supieron  encontrar el equilibrio juntos... pero si pensaba como una jaca... esa mirada de pavor propia de un caballo asustado..se apoderaba de ella..
Aunque aquel día hubiese acabado con todo el jugo de su presa... guardo composturas para devorarla en un buen lecho.. tenía tantos olores que llevarse..
En compañía ya de sus crías, soplaba velas y abría regalos su dragón satisfecho de lo que iba encontrando. Aquel día fue un buen día..

26.3.13

Capítulo 45

Besos de sapo.. Debía cambiar... La Sra. Sapicornia, tenía en mente el nombre que daría titulo a sus nuevos textos, pues aunque se lo tapase con una corona.. era evidente... el cuerno en su frente...
Historias de una Sapicornia pensó...

24.3.13

Capítulo 44

En el hueco de un pequeño árbol  laboraba la Sra. Sapicornia. Subministraba zapatillas a todos los animales que quisieran unas. Por ese rincón disimulado, discurrían  seres de diferentes especies. Daba igual su tamaño, grandes o pequeños, todos, querían lucir sus patas con aquellas curiosas alpargatas que ya se habían puesto de moda en el lugar.
La Sra. Sapicornia constantemente tenía anécdotas que contar cuando finalizaba el día. Especialmente sensible, habría su corazón a aquellas almas que iban llegando, algunas, con los ojos marchitos. Aunque en apariencia solo buscasen calzarse, los había que buscaban conversación, y la Sra. Sapicornia, daba siempre con los locos del lugar. Pudiera ser que las frases confundieran al lector, creyendo, que era lujuria de lo que hablaban sus historias, pero no era ni mucho menos eso. Posiblemente estar en un estado transitorio y con los sentidos vulnerables, atraía aun más situaciones espirituales y a la Sra. Sapicornia, se le escapaban los días sin darse cuenta. Envuelta en historias de Unicornios, seguía aprendiendo...
Decian que los Unicornios representan el sexo en el cuerno y si era con forma de espiral, simbolizaba lo femenino. Gracias a este dato, andaba mas tranquila pues no tenía muy claro si podía ser hembra, y esto disipo toda duda. El cuerno del Unicornio es el recipiente de su magia y de sus pensamientos y experiencias. En él se encuentra un extraño sentido, similar a lo que diríamos "sexto sentido" o una poderosa intuición  que le lleva a brillar ante el peligro. 
Con los ojos casi bizcos se miraba el cuerno que hipocondriacamente ya tenia forma de espiral... La Sra. Sapo tenía bastante claro lo que quería y sobre todo lo que no, y aunque la mutación no era sencilla, las ganas de cambio y el sacrificio llevado hasta ahora, debían de servir para algo. 

22.3.13

Capítulo 43

El porque de haber elegido el Unicornio, no era algo al azar. La Sra. Sapo o mas bien deberíamos decir la Sra. "Sapicornia" por su ya encaminada metamorfosis, escudriñaba datos todos los días para no perder de vista su objetivo, pues no se iba a quedar con un cuerno sin sentido en su pequeña frente...
Símbolo de fuerza, libertad, imaginación, sueños, ilusiones, los Unicornios de alguna manera están presentes, porque lo que simbolizan sigue existiendo. Bonitas frases describían a estos animales mitológicos...y cada vez tenía mas ganas de convertirse en uno.
Los días soleados y de aromas a primavera, decoraban ya los arbustos con bellas flores.De todas las épocas del año, esta, era sin duda su preferida.
Los animales andaban revueltos y la Sra. Sapicornia también. No podía acallar tanto tiempo su naturaleza y prácticamente todos sus poros, desprendían enormes cantidades de feromonas, esparcidas invisiblemente en el ambiente. La situación no era factible y menos ligar esos fragmentos de notas discordantes, pues no venía a cuento una llamada de socorro que apagase el fuego y sobre todo porque no se veían llamas.
La percepción y las señales mostradas, habían llevado a la Sra. Sapicornia a una indudable aceptación al medio, debido todo, a la buena apreciación de una mente calmada. Digamos que, en ese aspecto había tirado la toalla, pues aunque nunca cerró puertas al entendimiento, supo entender, que el problema, no nacía de ella, pues andaba sin saber donde dejar, su latente órgano.

19.3.13

Capítulo 42

Tarde se le hacía últimamente a la Sra. Sapo. Llegaba siempre con la luna a casa, y pocas eran las fuerzas que le quedaban a esas horas para escribir. Haciendo esfuerzos por cambiar a unicornio, andaba algo desconcertada.
 La guerra de la que hablaban había dejado heridos en batalla, y aunque las trompetas sonaban lejos, precisaba de un cambio rápido para la Sra. Sapo si quería afrontar las posibles adversidades con las que pudiera topar.
Mantenía su cabeza activa con información del ser en cuestión y anotaba afanada las averiguaciones que iba obteniendo del Unicornio.
Las fábulas cuentan también que los Unicornios, hermosos, sabios y tan majestuosos , tenían un punto débil... Siendo amantes de la belleza, a veces de dejaban llevar y cambiaban su libertad por cariño..
La Sra. Sapo comprendía las frases leídas y no cerraba puertas a que llegado el momento, se dejase peinar sus largas crines con respeto.

14.3.13

Capítulo 41

Estaba bastante molesta aquel día la Sra. Sapo. Era muy complicado para ella lidiar en campos que no fueran aguas, pues aunque estaba ya entrando en su metamorfosis a Unicornio, y visualizase mas sencillo caminar por tierra, todavía le costaba mucho esquivar las piedras que iba encontrando...
Una guerra se había declarado a muy pocas millas del valle. Muchos animales andaban nerviosos por el posible enfrentamiento. Lo mas ridículo de tal combate, era el motivo. Dicen que un día soleado volaba un cuervo bajo. Despistado tropezó con un árbol cayendo herido al suelo. Atravesaba el bosque un ciervo que  rápido, fue a socorrerlo. Por desgracia del ciervo, cuando intentaba auxiliar al cuervo sin querer, le clavó sus gigantes astas creyendo acabar con la vida de la oscura ave, y despavorido, salio huyendo lamentando tener esos enormes cuernos... Mientras desaparecía en el bosque, el negro cuervo que lo vio escapar, supuso que aquel ciervo deseo matarlo...y una temible ira se apoderó de el...
Tiempo llevaba siguiendo el rastro del ciervo, y eran muchos los mensajeros que le traían noticias, hasta que un día. dio con el...
Aunque el ciervo quiso explicar sus motivos, el cuervo obcecado no le escuchaba, haciendo oídos sordos a las justificaciones del ciervo.. Aquella mañana  no iba a morir nadie. Sus fieles amigos preparaban el plan que lo liberase, pero por desgracia viviría escondido hasta que al cuervo se le pasase la cólera.
A día de hoy ya no existe motivo, pero la costumbre de pelea del cuervo, siempre perturba la tranquilidad de la hondonada... Si observara un poco la mirada del ciervo, vería que no es tan fiero..

13.3.13

Capítulo 40

El estanque aparentaba tranquilidad. Los continuos días de lluvia y viento imponían jornadas de asilo, pero no estaban de más para poder así compartir mas tiempo con sus pequeños Dragones.
La Sra. Sapo contaba historias a sus cachorros que incansables siempre querían mas. Las fantasías en esas edades no eran sencillas y menos complejas, pues podría ser que un exceso de imaginación hubiese desbordado el tema un poquito...La Sra Sapo inventaba trucos con gozo con tal de ver aquellos rostros de complacencia brillar y la verdad, es que ella también creía sus propias historias.
Con el propósito de abandonar el cuerpo de un Sapo, corregía vicios y domaba costumbres. A modo de ramillo de flores, recolectaba información que pudiese servirle para un mas amplio conocimiento del ser elegido en cuestión, el Unicornio...Criatura mitológica representada en forma de caballo blanco y con un cuerno en su frente... pero no era su aspecto físico lo que le llamaba la atención. Dicen que no se dejan ver más que por los puros de corazón, y que entre ellos, sólo los más puros, los hechos de bondad y ternura, solo esos pueden tocarlos...
Bueno... estaba claro que había que limar muchos de los conceptos asimilados, pero la Sra. Sapo ponía tanto ímpetu ...que ya casi se visualizaba el cuerno con forma de corona...

11.3.13

Capítulo 39

No se que parecido puede tener una mariquita con un Sapo, pero la cuestión, es que son idénticas. Aunque los patrones no sean los mismos genéticamente, el mecanismo de evolución y los valores que constituían sus mentes eran muy parecidos.
Para que las piezas encajen, ambas partes han de colaborar e intentar dar las vueltas necesarias para que consigan forman un símbolo, el que sea, el que tengan establecidos, pero cuando se amoldan, cuando encuentran la estructura la unión es infinita. Muchos animales carecen de estas formas y anteponen intereses sin valorar los daños, pero en este caso, la fusión de la Sra. Sapo y su amiga La Sra. Mariquita Rita era verdadera.
De todas las amistades que tenía, esta, era la más arcaica. Ya cuando la Sra. Sapo llegó al mundo, su querida amiga la aguardaba en la cuna. Crecieron felices en el valle y un exceso de imaginación guiaba sus acciones. Sus mentes inquietas las llevaron a tener alguna traba que otra, pero aunque fueran en cierto modo rebeldes, sus mentes eran sanas.
En aquellos tiempos hubieron muchos días que la Sra. Mariquita Rita arrastró con la entonces pequeña Sra. Sapo, pues siempre fue de sensibilidad extrema, pero era tal la compresión que mostraba su atopada amiga, que siempre le hacía ver la luz, en su a veces oscuro camino.
Aunque en apariencia los cuentos de la Sra Sapo sean muchos tristes y de múltiples finales raros, siempre le quedaba humor para acabar el día.
Pasaban rápidos las lunas y el silencio en las montañas no traía nada bueno, entretenía a su amiga con trucos de magia y salidas místicas evitando el pensamiento dañino que pudiera despertar en la Sra. Sapo cada vez que sus dragones le hablaban de juegos...
Cogiendo conciencia de su pensado fin, pesadas manías tenía que quitar para dejar de dar saltos, pues cada vez que veía una mosca, seguía latente el instinto de atraparla... hasta masticarla.. y sí llevársela al estomago.. Era inevitable, años de mala usanza arraigaban malos modos, pero debía actuar con determinación para no caer en aspectos débiles.. Los unicornios no comen moscas, ni tampoco andan saltando de un sitio para otro, aguardan pacientes el momento de salir para no ser vistos...<

10.3.13

Capítulo 38

Hacía mucho tiempo que la Sra. Sapo no reía como aquella noche. Sin duda una de las mejores medicinas para la tristeza es la risa y con buena compañía las posibilidades apuntaban alto.
Aunque la Sra. Sapo no tenía muchas ganas de ambiente, compuso su cara y se intentó acicalar sin pensar en su dolido corazón.
Una música extraña sonaba cuando se apagaron las luces... El lugar donde se hallaban era de lo mas curioso. Habían toda clase de singulares animales y cada vez, llegaban más. El espacio, iba quedándose pequeño por momentos y todos traían su objetivo claro, localizar el sitio donde poder disfrutar con buenas vistas del espectáculo.
Una cigala, untaba sus largas patas en pintura, construyendo auténticos paisajes en el agua del estanque.. Este, iluminado para la ocasión a conciencia, proyectaba las formas en el reflejo de la laguna mientras un Gato de campo, tocaba una melodía atrayente que encandilaba a los espectadores como si de un encantador de serpientes se tratase..

8.3.13

Capítulo 37

Esa mañana la Sra. Sapo y sus pequeños dragones, salían temprano para acudir a sus necesarias clases.  Por el camino ya notaron que el día era diferente. El sol brillaba y pasearon junto al mar para ver si este andaba en calma...
A la Sra. Sapo le gustaba abrir los orificios de su nariz para así poder inspirar todo el aire posible, sin duda olía a primavera, les dijo a sus cachorros.
Despidiéndose de ellos con un beso para concluir siempre ridiculizándolos gritando os quieroo! se alejaba la Sra. Sapo consciente de que debía terminar con eso pues ellos se hacían mayores...pero a ella le daba igual, siempre serían sus bebés.. por muy grandes que tuvieran las alas de dragón... Una de las cosas que tenía perpleja a la Sra. Sapo era comprobar la similitud que ellos iban adoptando.. casi parecían estar mudando de verdad en dragones.. ¿Podría ser que ellos creyeran serlo con tanta fuerza que lograran transformarse? la magia era algo que aunque la Sra. Sapo nunca la hubiese tocado o apreciado... sabía que existía.
Tenía muchas preguntas en el aire, pero por lo menos hoy, su estado de ánimo era mas calmado pues había decido cambiar con viejas rutinas que le hacían padecer.
Hacía su maleta dispuesta a bajar a la playa. Visualizaba un entorno tranquilo y amigable donde encontrar cobijo y un momento de paz.
Apenas había puesto sus diminutos pies en la arena, un fuerte viento se levantó haciendo que la arena sacudiera su cara a modo de bofetada.
Uff.. menudo recibimiento.. pensó.. pero siguió caminando sin olvidar el propósito.
No pasó mucho tiempo para darse cuenta que el día de playa se había terminado...
La Sra. Sapo era algo supersticiosa.. y cuando ya tenia los dedos sobre la libreta.. el viento.. dejó de soplar... estaba claro que había que hacer caso de las señales...
Ella no quería quedarse sola, y fueron varios los intentos en que se asomaba cuando veía que los arboles no se movían, pero era ponerse en pie, y volver a cerrarse el día...
Escribía en sus lineas preguntas..conocedora de las respuestas, pero le dolía admitirlo..  Una idea le vino en mente al pensar, en sus pequeños renacuajos en plena mutación a dragón.. Como se le había podido escapar ese detalle.. El adn de un Sapo no es el mismo que el de un unicornio.. por ejemplo, pero... ¿si yo creyera ser uno? tal vez sólo así, pudiera entender los diferentes lenguajes de las distintas especies... cerró su cuaderno con quietud sintiendo que enterraba su hacha de guerra y con ese simple gesto el viento dejó de aullar.

7.3.13

Capítulo 36

Todos los Jueves, la Sra. Sapo y sus amigas se reunían para combatir el estrés acumulado en toda la semana analizando, los encuentros y desencuentros de acontecimientos vividos.
Mediante la ayuda incansable de palomas mensajeras, podían seguir al corriente las unas de las otras y si surgían imprevistos corrían al auxilio.
Ese bendito Jueves, la Sra. Sapo llegaba ofuscada a su cita y con una enorme lista de quejas, pues creía haber perdido transitoriamente la capacidad para razonar.
El Sol brillaba y los almendros lucían rosas. Colocados a ambos lados del camino, adornaban el paseo de las hembras dando la apariencia de que iban a cambiar de mundo al final del recorrido. Aunque la Sra. Sapo había apreciado el paisaje de tanto color y reconocía, que el olor a primavera despertaba en ella calidez, seguía queriendo aclarecer su dilema, pues debía ser analizado por otras mentes.
Sentadas sobre la verde yerba robusta, agradecida en apariencia por las fuertes lluvias, seguían con especulaciones dando cada una un punto de vista al asunto pitágoras.
Si un ser no está preparado para recibir a otro, si el resentimiento provoca una actitud anormal,  ¿no sería mejor un alejamiento hasta obtener la calma? de que sirve acercarse a tender la mano amiga si en verdad se tiene un pensamiento nocivo del otro. Esta claro que la recuperación de las partes no ha de ser la misma, ni siquiera el conocimiento del perdón, pero que mediocridad sería decir te absuelvo cuando pecan ambas piezas.
Cada cual que cargue con sus pesados motivos, dijo un Búho que no pudo evitar oír la conversación, si me permites un consejo querida, no cargues con los bultos de otros, aquellos que no fueron honestos, aquellos que miran solo lo del otro y creen que sólo lo suyo es lo bueno, no avanzarán nunca, siempre es más fácil echarle la culpa a un tercero..y disculparse jo jo soltó una carcajada el gran Búho, eso no entra en sus planes...
Las tres amigas perplejas, seguían mirando el árbol de donde el Búho había aparecido y sin más, se metió en el orificio de donde había salido... despidiéndose hasta otra.

5.3.13

Capítulo 35

Inspiración... Estado en el que se siente una especial facilidad para la creación.. ese era el significado que mas complacía a la Sra Sapo, porque había otro concepto, pero ya daba referencia a inhalar aire..y aunque venía practicándolo bastante, no era lo que le hacía sacarle punta al lápiz.
Rodeada de textos que no vieron la luz, la Sra. Sapo releía sus escritos dando salida a unos y a otros no, pues debía medir bien sus palabras..
El tiempo acompañaba y los truenos retumbaban en el ambiente creando el clima perfecto para que a la Sra. Sapo le fuera fácil escribir. De imaginación gozaba, e incluso a veces creía que lovía siempre que ella estaba triste y poco a poco daba forma a las palabras convirtiéndolas en frases, para luego darles su sentido, o por lo menos para ella.
Seguramente la Sra Sapo crea ser un personaje de cuentos y ese papel quizás la llevó siempre al cabo abusando en ocasiones de su poder, pero sabía que cada impacto, la hacía más recia y firme.
Se debatía siempre... y como meta.. ser mejor sapo. Aunque creía que enmendaba unas, se le desquebrajaban otras, y todo para así alcanzar lo que ella llamaría la perfección del ser...
Seguía lloviendo sin clemencia y la Sra. Sapo como buena anfibia, gozaba del caer del agua, siempre había escuchado que alejaba los malos humos y a la Sra. Sapo le sacaba una sonrisa pensar que... pues no tenía que llover... Seguramente, si a la Sra. Sapo misteriosamente se le apareciese una nube sobre ella, que la acompañase durante 2 años seguidos sin parar de diluviar, aún sería poco... se reía la Sra. Sapo como si ella misma se hubiese contado un chiste.