14.3.13

Capítulo 41

Estaba bastante molesta aquel día la Sra. Sapo. Era muy complicado para ella lidiar en campos que no fueran aguas, pues aunque estaba ya entrando en su metamorfosis a Unicornio, y visualizase mas sencillo caminar por tierra, todavía le costaba mucho esquivar las piedras que iba encontrando...
Una guerra se había declarado a muy pocas millas del valle. Muchos animales andaban nerviosos por el posible enfrentamiento. Lo mas ridículo de tal combate, era el motivo. Dicen que un día soleado volaba un cuervo bajo. Despistado tropezó con un árbol cayendo herido al suelo. Atravesaba el bosque un ciervo que  rápido, fue a socorrerlo. Por desgracia del ciervo, cuando intentaba auxiliar al cuervo sin querer, le clavó sus gigantes astas creyendo acabar con la vida de la oscura ave, y despavorido, salio huyendo lamentando tener esos enormes cuernos... Mientras desaparecía en el bosque, el negro cuervo que lo vio escapar, supuso que aquel ciervo deseo matarlo...y una temible ira se apoderó de el...
Tiempo llevaba siguiendo el rastro del ciervo, y eran muchos los mensajeros que le traían noticias, hasta que un día. dio con el...
Aunque el ciervo quiso explicar sus motivos, el cuervo obcecado no le escuchaba, haciendo oídos sordos a las justificaciones del ciervo.. Aquella mañana  no iba a morir nadie. Sus fieles amigos preparaban el plan que lo liberase, pero por desgracia viviría escondido hasta que al cuervo se le pasase la cólera.
A día de hoy ya no existe motivo, pero la costumbre de pelea del cuervo, siempre perturba la tranquilidad de la hondonada... Si observara un poco la mirada del ciervo, vería que no es tan fiero..

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