24.3.13

Capítulo 44

En el hueco de un pequeño árbol  laboraba la Sra. Sapicornia. Subministraba zapatillas a todos los animales que quisieran unas. Por ese rincón disimulado, discurrían  seres de diferentes especies. Daba igual su tamaño, grandes o pequeños, todos, querían lucir sus patas con aquellas curiosas alpargatas que ya se habían puesto de moda en el lugar.
La Sra. Sapicornia constantemente tenía anécdotas que contar cuando finalizaba el día. Especialmente sensible, habría su corazón a aquellas almas que iban llegando, algunas, con los ojos marchitos. Aunque en apariencia solo buscasen calzarse, los había que buscaban conversación, y la Sra. Sapicornia, daba siempre con los locos del lugar. Pudiera ser que las frases confundieran al lector, creyendo, que era lujuria de lo que hablaban sus historias, pero no era ni mucho menos eso. Posiblemente estar en un estado transitorio y con los sentidos vulnerables, atraía aun más situaciones espirituales y a la Sra. Sapicornia, se le escapaban los días sin darse cuenta. Envuelta en historias de Unicornios, seguía aprendiendo...
Decian que los Unicornios representan el sexo en el cuerno y si era con forma de espiral, simbolizaba lo femenino. Gracias a este dato, andaba mas tranquila pues no tenía muy claro si podía ser hembra, y esto disipo toda duda. El cuerno del Unicornio es el recipiente de su magia y de sus pensamientos y experiencias. En él se encuentra un extraño sentido, similar a lo que diríamos "sexto sentido" o una poderosa intuición  que le lleva a brillar ante el peligro. 
Con los ojos casi bizcos se miraba el cuerno que hipocondriacamente ya tenia forma de espiral... La Sra. Sapo tenía bastante claro lo que quería y sobre todo lo que no, y aunque la mutación no era sencilla, las ganas de cambio y el sacrificio llevado hasta ahora, debían de servir para algo. 

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