29.4.13

CAPÍTULO 52

Un Ciervo lloraba desolado en el bosque. Los pájaros decían que había extraviado a su madre. La Sra. Sapicornia se acercó a ver que le pasaba y si podía ayudar.
El pequeño Ciervo al ver la extraña apariencia de la Sra. Sapicornia se asustó y salió corriendo. La Sra. Sapicornia reconocía que su aspecto no era nada familiar y que su esencia, era algo extraña en su metamorfosis, pero... tanto como para salir corriendo...
Al cabo de un rato pasó por ahí una gigante Cierva que parecía ser la mamá de aquel asustadizo bebé y al ver a la Sra. Sapicornia se detuvo a preguntar si había visto a un cachorro de Ciervo...
Evidentemente la Sra. Sapicornia le explicó lo sucedido y su pesar, por no poder consolar al pequeñín que tenía miedo.
La gran Cierva girando su cabeza explicó cansada, que su retoño siempre le daba problemas con escaparse  además, de ser muy mal criado y contestón. Fatigada, siguió su camino desapareciendo por la misma senda, donde dejó de verse su crío..

26.4.13

CAPÍTULO 51

Día cero.. igual que el devastador destrozo que pudiera dejar, la explosión de una bomba atómica, estaban los sentimientos de la Sra. Sapicornia. Todo eran cenizas y muerte a su alrededor. Daba gracias de seguir aun con vida... Estudiando los causantes de dicha catástrofe, no veía salida, era todo tan desmesurado... las formas.. los modos...los tonos...
La Sra. Sapicornia no se creía la mejor del planeta. Había intentado de muchas maneras llegar a buen puerto, pero pocas tuvo éxito. Sus mas allegados de sobras sabían , el esfuerzo y dedicación que ponía para superar los altibajos que hundían sus penas.
Ya no se trataba de tener o no razón.. . le habían roto el calidoscopio con el que observaba el mundo, y lejos de sus colores y bonitas formas, tuvo que ver la gran verdad.
En la palma de su blanca pezuña, maldijo su ira aplastando los restos fracturados de su apreciado chisme. Una lágrima brotó de su ojo casi de cristal cuando los metió en aquella caja de cartón para luego, enterrarlos en su pequeño jardín donde con el tiempo, crecerían las flores y no quedaría rastro en apariencia.

25.4.13

CAPÍTULO 50

La luna llena brillaba en ese Jueves de Abril...  Como un caballo desbocado corría la Sra. Sapicornia y sin ningunas ganas de mirar atrás. Ni siendo Sapo, ni tampoco en metamorfosis a Unicornio, había podido deshacerse de su maleficio de entendimientos.  ¿Hasta cuando?  Se tiraba de los pelos la Sra. Sapicornia una y otra vez. Realmente no estaba viviendo lo que ella quería y aunque el amor era grande y puro, la pesada carga, estaba empezando a deshacer la magia.
El gen de Unicornio residía ya en ella, y sus pensamientos no eran los mismos. Pudiera ser que en la transformación, cuando aun era mas sapo que Unicornio, le quedaran ganas para ser cabalgada por jinete de fino porte,  pero en estos momentos, solo veía la cuerda a modo de soga que intentaba cazar su naturaleza.  Lo peor de todo, es que tenia asumido que dijera lo que dijera, caería en oídos sordos y que jamás, podría ser entendida por muy bien que adornase el lenguaje.
Por muchos trotes y coces que dio aquel día, no consiguió quitarse la mala fortuna y sacando su pequeña libreta de llantos, se puso a escribir, aun sabiendo que ni ahí, recibiría respuesta, pues parecía ser por las inexistentes señales que no obtenía, que a nadie, le gustaban sus escritos.

CAPÍTULO 49

Se ha ido vuelve!! grita la Sra. Sapicornia esperando ser oída por la musa de la inspiración, que de nuevo, había desaparecido sin dejar rastro.
Palabras agradables, historias bonitas, pero no salen de su boca,  tampoco de su pensamiento, siempre hay algo que lo enturbia...
Tratando de apartar las lagrimas a un lado, intenta esbozar sonrisas que ni ella sabe ya como inventar.
Cuando todo esta bien... cuando todo esta en calma.. como me gusta abrir los ojos bien, para no perder detalle y llevarme imágenes, que nutran mi alma en la sequía .
Miraba la luna que se asomaba por la colina que la llevaba a casa. Los ingredientes para que el guiso quedara perfecto, los tenía, pero no encontraba la manera de presentar el plato. Hay que dar de comer a los hambrientos de amor.. pero muchas veces te muerden la mano...
Las buenas intenciones no hay que dejarlas nunca y aunque el camino a veces no es lo soñado.. la Sra. Sapicornia había cogido altura en su transformación y creía que la alzada que había alcanzado, la hacia sentirse majestuosa. Extendía su manto imaginario esperando se quisiesen tumbar en el, con humildad y cariño.
Un mecanismo de auto control eran sus acciones y lejos quedaban de ser naturales sus actos.  Peinando su ya crin blanca pensaba, que larga tenía la melena ya.. ojalá la cabra viese lo fácil que podía ser, transformarse en otro animal  quizás, un poco mas calmado..




4.4.13

Capítulo 48

Como si estuviese envolviendo el ambiente una atmósfera eléctrica... se iban rompiendo los aparatos que utilizaba la Sra. Sapicornia para desplazarse con facilidad en distancias largas, pero por si eso fuera poco, accidentes domésticos también se añadían a su mala fortuna. En el último traspié se dañó un ojo y le costaba escribir o leer durante mucho rato.
Era curiosa la extraña balanza que creía arrastrar en su karma. Cuando las cosas parecían ser favorables siempre encontraba trampas que entorpecían la marcha aunque simplemente fueran de aspecto leve. Siendo razonable y sopesando la trayectoria de su vida, la Sra. Sapicornia comprendía que era mejor no quejarse ni retar al destino que este, tomaría el pensamiento como una ofensa..demostrando sabiamente una vez más, lo débiles que podemos llegar a ser ante adversidades insospechadas. Se santiguaba la Sra Sapicornia como podía para nunca tentar la rabia de los dioses y para eternamente agradecer, lo que aun conservaba. 
Sin desatender su cambio, seguía invariable leyendo historias de Unicornios evadiendo su mente de malos pensamientos..
Conforme mas leía y según mas retenía, acrecentaban sus deseos en obtener su anhelado cambio. Aquella noche se llevó a la cama una característica del Unicornio... la invisibilidad.. le rondó en la mente hasta que se quedó dormida... 

1.4.13

Capítulo 47

La Sra. Sapicornia continuaba mudando su aspecto día tras día.. No le era difícil comportarse como un Unicornio con sus mas allegados o no conocidos, pero ante otros animales ya era otro cantar.
Seguramente los constantes cambios de acercamiento y alejamiento sufridos, tuvieran algo que ver y no la dejaran ser todo lo natural que quisiera, aun así, la Sra. Sapicornia quería poner de su parte para sanar y dar forma de nuevo a esos moldes que tan bien encajaron una vez.
De todas las opciones planteadas el humor, es el mejor camino, eso, y buenas historias. Por una vez, la Sra. Sapicornia anhelaba supieran recuperar, todas esas piezas dañadas, cerrar los ojos y fantasear un poco que también le hacia falta...
Ella no lo veía difícil, era de diversión plana y residía en ella la guasa.  Cuenta cuentos por naturaleza, volvía de nuevo la apetencia de susurrar relatos y de vivir, grandes aventuras. Convencida de que esa era  la mejor senda, se le inundó la mente con leyendas de unicornios y de grandes andanzas...