25.4.13

CAPÍTULO 50

La luna llena brillaba en ese Jueves de Abril...  Como un caballo desbocado corría la Sra. Sapicornia y sin ningunas ganas de mirar atrás. Ni siendo Sapo, ni tampoco en metamorfosis a Unicornio, había podido deshacerse de su maleficio de entendimientos.  ¿Hasta cuando?  Se tiraba de los pelos la Sra. Sapicornia una y otra vez. Realmente no estaba viviendo lo que ella quería y aunque el amor era grande y puro, la pesada carga, estaba empezando a deshacer la magia.
El gen de Unicornio residía ya en ella, y sus pensamientos no eran los mismos. Pudiera ser que en la transformación, cuando aun era mas sapo que Unicornio, le quedaran ganas para ser cabalgada por jinete de fino porte,  pero en estos momentos, solo veía la cuerda a modo de soga que intentaba cazar su naturaleza.  Lo peor de todo, es que tenia asumido que dijera lo que dijera, caería en oídos sordos y que jamás, podría ser entendida por muy bien que adornase el lenguaje.
Por muchos trotes y coces que dio aquel día, no consiguió quitarse la mala fortuna y sacando su pequeña libreta de llantos, se puso a escribir, aun sabiendo que ni ahí, recibiría respuesta, pues parecía ser por las inexistentes señales que no obtenía, que a nadie, le gustaban sus escritos.

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