1.6.12

Capítulo 20

Los días habían trascurrido tranquilos por el estanque. Las altas temperaturas ya eran habituales a cualquier hora y ya se podía decir, que olía a la brisa fresca particular del verano.
Estábamos en los días largos del año y a las diez todavía había luz.
La Sra. Sapo ya se había amoldado a la falta en su vida de ciertas compañías y aunque las extrañaba en ocasiones, no quedaba otra que mirar hacía adelante en busca de nuevos horizontes.
Sentada una noche de claros cielos en la barra coqueta de un pequeño bar que tenían montado unos lobos cerca de una playa, se bebía un rico cocktail con sabor a fresas mientras charlaba con un Oso hormiguero que llevaba unas gafas bajas dejándose ver sus pequeños ojos. 
La Sra. Sapo no tenía intenciones ninguna de ligar con aquel gigante Oso hormiguero de largo morro... pero estaba curiosa por compartir impresiones y opiniones a cerca de la vida. 
Todos somos especiales a nuestra manera... dijo el extraño animal. 
Yo discrepo un poco de su opinión Sr. Hormiguero, contestó rápido la Sra. Sapo que por sus experiencias vividas no pensaba lo mismo.
He conocido variopintos animales y muchos no muestran lo que son. Otros se mueven por envidias y codicias varias, los hay que tienen tanto orgullo que olvidan lo importante y también los hay, que matan sin razón.  
Sea para bien o para mal, todos tienen una historia que contar, solo hace falta alguien que quiera escucharla, dijo sereno el Oso Hormiguero sonriendo a la Sra. Sapo y contagiandole el simpático gesto haciendo que esta también enseñara sus dientes a modo de sonrisa tonta. 
La Sra. Sapo de cuerpo pequeño pero de astuta mente, continuo preguntando al para ella en esos momentos entendedor Oso Hormiguero un poquito más sobre sus curiosas pero debatientes respuestas. 
¿Pero como escuchar y ser un correcto juez cuando las visiones de dos seres son tan diferentes? cuando se desconfía tanto del otro es imposible ser justo. 
El Oso Hormiguero girando para mirar de cerca a la cotilla Sra. Sapo le dijo con una voz que pareció arreglar y ponerla a modo cuento a la vez que medio cerraba los ojos para darle todavía mas intención a su respuesta 
Lo mas difícil de la vida es despojarnos de nuestros miedos, a veces ese terror nos impide tener una visión realista de las situaciones para abordarla con decisión y damos vueltas en nuestra cabeza a actos que no dejamos salir de nuevo por ese paralizante miedo. Curiosa amiga no pierdas el tiempo en descifrarla y simplemente vívela. Y como si fuese el anuncio de una conocida marca refrescante de refrescos volvió a sonreír y una brisa trajo ese olor a verano que tanto le gustaba a la Sra. Sapo.

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