2.5.13

CAPÍTULO 54

De un golpe despertó aquella mañana la Sra. Sapicornia... o eso creía ser.. No recordaba haberse caído de la cama en muchísimo tiempo y al intentar ponerse de pie, faena tuvo. Sus pequeñas ancas habían desaparecido y ahora eran 4 hermosas patas de Unicornio blanco, las que adornaban su figura. Como pudo, tanteo levantarse y caminar hacia un espejo para verse entera. Su torso también había variado y ahora se podía decir.. que era completamente una Unicornia!!!
Mientras se acicalaba y se amoldaba a la nueva situación, se imaginaba galopando por las praderas y comiendo frutos de las ramas de los arboles, donde antes no podía llegar.
Preparando el desayuno de sus pequeños dragones, esperaba la hora para poder despertarlos y que vieran su grandioso cambio.
Compartieron risas aquella mañana y orgullosos de su mamá Unicornia, marcharon a la escuela.
A media tarde y después de mucho practicar los andares para no parecer un pato, consiguió un paso elegante y aunque lejos estaba aun lo de correr al trote por las montañas, se llenaban de oxigeno sus pulmones por la tranquilidad que le daba ese estado.


Para los que todavía soñamos con tonterías

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